Nivardo es hijo espiritual de ISABEL ATAYUPANQUI PACHAKUTEQ, quien al verla postrada en una cama, casi totalmente inmovilizada, derramó lágrimas lamentando la situación de su madre adoptiva.
Nivardo le canto algunas canciones de su amplio repertorio, que estremeció el corazón de doña Isabel, que dejó brotar algunas lágrimas.
Lamentaron que no sea debidamente reconocida por las autoridades.